Hola, Moza, espero que haya pasado unos buenos Carnavales.

Te escribo porque estoy pasando por uno de mis peores momentos.

Trabajo en un restaurante de comida rápida. Gozo de un puesto de jerarquía, y no te niego, al parecer soy la sensación del bloque, ya que la mayoría de mis compañeras quieren salir conmigo.

No me había decidido a salir con ninguna, pero me atreví con la más feíta, ya que me caía bien.

Eso fue un jueves. La esperé afuera de la empresa y nos fuimos para Albrook a tomarnos unos traguitos. La situación se puso candente, bailamos un rato y decidimos irnos a mi casa para gozar de privacidad. La cosa es que me acosté con ella. Fue algo normal para mí, pero al parecer para ella fue algo más que una noche de locura.

Ahora me persigue en el trabajo, no me deja hacer mis labores, me acosa, me llama al celular, me manda chats.

Ante esto no le contesto, ya que esa misma noche le dejé claro que no podíamos tener nada serio y que ese mismo día moría la flor, pero ella es necia.

Me siento mal en mi trabajo, quiero renunciar porque me enteré que anda vociferando todo lo que hicimos, y hasta dijo que tengo el miembro chiquito, lo que me apena, aunque no es cierto.

ANTONIO

Querido Antonio, lo más sano para esto es que converses con ella y lleguen a un acuerdo porque ambos se están haciendo daño. En esa conversación tienes que dejarle claro que ustedes habían llegado a un acuerdo y que se debe respetar. Además, debes pedirle perdón, ya que posiblemente ella debe estar ofendida porque tú no le haces caso.

Luego de eso, dedícate a tus labores y no salgas con nadie de tu trabajo, ya que eso sólo traerá problemas. Tampoco pienses en renunciar, ya que en estos tiempos conseguir uno es muy difícil.