Paz a su alma. La muerte sorpresiva del árbitro de fútbol José Antonio Jaén Ortega entristeció a los fanáticos de esta disciplina por el respeto demostrado a su profesión.
Jaén era uno de los árbitros con mayor antigüedad, ya que tenía 40 años de servicio.
Ayer se realizaron las honras fúnebres en la Iglesia catedral, y sus restos fueron llevados al Parque del Recuerdo.