La Palabra de Dios, a través de los capellanes de los Estados Unidos y Panamá, sirvió para desarmar de forma voluntaria a un grupo de internos del centro de Rehabilitación Nueva Esperanza, ubicado en Arco Iris de Colón.
A medida que se oraba, los internos de la galería conocida como Golfo, entregaron 13 platinas, 9 chuzos, 6 "gilletes".
En la cárcel femenina también se entregaron 14 "gilletes", cinco celulares, unos nueve chips, y batería de celular.
Mientras, en la cárcel pública los reclusos entregaron 17 chuzos, 8 platinas, 7 "gilletes", un artefacto eléctrico, y una bolsa de marihuana.
El capellán de la Policía Nacional, Ryn Royce, dijo que esta es la manera en la que se podrá reprender toda violencia que existe dentro de esta cárcel.
El capellán de Tenesse, Warren Aple, y Jesús Acosta, de Kentucky, viajaron desde muy lejos para compartir con los reos, que necesitan de la Palabra de Dios.