Tengo mi opinión sobre la participación de Grettel Garibaldi en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. También sobre su talento y voz. Todo eso es irrelevante para mí ante la dignidad con la que ella representó a todos los panameños en Chile porque, aunque a algunos pueda gustarle o no, cuando se subió a ese escenario se habló de Panamá, no de Grettel Garibaldi.
En un país donde parece que el mal gusto es lo que merece ser transmitido en directo, donde enseñar nalgas, senos, borrachos, borrachas y homosexuales descontrolados merece 4 días de transmisión en horario estelar, lo que hizo la Sra. Garibaldi merece aplauso nacional por digno, por fino, por respetable, por responsable.
Más allá de si ella ganó o no, aquí perdió la audiencia cuando ninguna televisora local transmitió su participación “en directo” desde Chile, ¡ni siquiera la televisión pública!, pero lo que es peor, ni siquiera una de las pantallas del Grupo Medcom, empresa donde ella participa como asesora musical de un reality estelar. Y que no me vengan ahora con la excusa barata, penosa y patética de algunos que se creen famosos de la televisión local diciendo que en los noticiarios sí lo hicieron porque si saben de televisión, como dicen, deberían comprender que no es lo mismo ni impacta igual ver algo en directo que ver la retransmisión. Esa burda justificación es lo mismo que escuchar eso de que “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”. ¡Por favor! Excusas de ‘pop corn’, a otro.
Aquí en todas las televisoras, absolutamente todas, sus talentos a cuadro se llenan la boca cacareando que apoyan al talento nacional y esta vez, le negaron la posibilidad a los miles de panameños que no tienen televisión por cable de ver brillar a una compatriota cuando nos representaba dignamente en un festival mundial. Mínimamente su participación debió ser transmitida en directo por Telemetro, pantalla que tiene la franquicia local de Cantando por un Sueño, show donde ella es asesora de “famosos”.
En su poca visión de manejo de marca, la producción de Telemetro perdió la oportunidad de reforzar su reality musical de sueños –que regresa este año- al decirle a su audiencia por qué ella es asesora. Decirle a la audiencia que una de sus asesoras pisa el escenario de la Quinta Vergara cuando sabemos bien que son pocos los panameños que han logrado eso. Pudieron haber producido tres micro especiales sobre la participación de “su asesora” en Viña del Mar y desde ahora ir creándole fuerza a su reality, pero no, toda su fuerza, por lo menos en pantalla estuvo dirigida al Reto Centroamericano de Baile que como producción visual dejó mucho que decir, que nuestros representantes mejor bailaron en la promoción que en el mismo show y donde la presentadora que representó a Panamá, Sasha Arias, estaba más perdida que yo bailando reggaetón. ¡De ese proyecto escribiré después!
Cuando a mi país se le representa con profesionalismo y de forma fina, tengo la obligación como crítico de aplaudirlo y como panameño de sentirme agradecido por lo que desde mi humilde palestra aplaudo de pie la digna representación de la Sra. Grettel Garibaldi.