En Barraza, grandes y chicos disfrutaban del agua y la música, cerca de sus hogares, sin ningún peligro. Mientras la vía España se viene abajo en gente, en Barraza no se quedan atrás, y desde el mismo sábado en que arrancaron los carnavales en Panamá, moradores y vecinos, desde la barraca 1 hasta la 10, montaron sus piscinas, puestitos de venta de comidas y bebidas, y todo el mundo se tiró a las aceras para celebrar.
Piscinas llenas de niños, pistolas de agua, listas para mojar, y un buen ambiente se observó en esta área, pero para lograr una fiesta de tal magnitud, hace falta mucha organización, y como explicó uno de los participantes, los moradores desde hace meses están reuniendo dinero a través de rifas y ventas de comidas, para que sus hijos puedan disfrutar sanamente de los carnavales junto a sus vecinos.
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