Los buhoneros se están comiendo un cable después de los Carnavales. (Fotopara Agustín Herrera)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
No se dejan. Ante la falta de trabajo, los panameños utilizan todo su ingenio para buscar el real con el que puedan llevar de una forma honrada el pan a su hogar.
Tal es el caso de Juan Bautista Palacios, que a sus 74 años y a pesar de estar jubilado, se gana la vida vendiendo estropajos en La Peatonal de la Avenida Central.
Pero él, al igual que otros comerciantes, notó una baja en las ventas y cree que se debe a que la gente se gastó todo en los Carnavales, pero espera que la próxima quincena la situación mejore.
¿De dónde los trae?
Este humilde panameño tiene en el patio de su casa sembrado un árbol de estropajos y cuando se le acaban los va a buscar a las costas y ríos de Tocumen.
Contó que el estropajo tiene muchas funciones, por eso las personas lo usan cuando se bañan y para fregar los platos.
Además, sirve para mejorar la circulación de la sangre y hasta un té se puede hacer para limpiar y aliviar los problemas del estómago, dijo.
Dependiendo de como este el negocio, Palacios puede ganarse en un día unos B
45.00, que le sirven para aliviar su alicaída economía.
Según comenta, la jubilación de B/. 45.00 quincenales que devenga no le alcanza para nada, por lo que no le queda de otra que salir a la calle a trabajar.
Ventas malas
Al igual que Palacios, otros vendedores ambulantes se ganan la vida en La Peatonal, pero todos comparten un mismo problema: las ventas no andan muy bien.
Cuentan que a pesar de que es quincena, las ventas disminuyeron considerablemente y solo trabajan para sacar los gastos.
PRECIOS
Los estropajos se venden a B/.1.00 los grandes, a B/.0.50 los medianos y a B/.0.25 los chicos.