Por mucho tiempo la Escuela Presidente Rosvelt esperó ser mejorada.(Foto: ARNOLDO ZEBALLOS /EPASA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Sueños y esperanzas. Ayer, con mucho cuidado, el pequeño Israel Rodríguez le enseñaba a su prima Sugeris Rodríguez la camisa y pantalón que utilizará hoy en su primer día de clases.
Su sonrisa demostraba esa emoción y nerviosismo del inicio del año escolar, que para él sería de doble felicidad.
Y es que la cancha de deportes de la barriada ya no sería más su salón de clases, sino el nuevo pabellón del Centro Básico General Presidente Roosvelt, ubicado en Quebrada Ancha de Chilibre.
La madre de Israel, la señora Damarys González, recordó la lucha constante, tanto de padres de familia como docentes, entre reclamos y hasta pequeñas manifestaciones para lograr que se les terminara de construir la escuela.
Por muchos años, decenas de niños de este plantel tuvieron que recibir clases en una cancha.
Aunque cuentan con la nueva estructura, todavía le faltan detalles como pinturas en algunos salones de clases y en las paredes corroídas, además de la reparación de algunas bancas.
Los padres de familia tienen la esperanza de que todas estas obras se pueden completar en los próximos meses.