Los maestros pueden ayudar promoviendo la enseñanza-aprendizaje por medio del juego.
También le pueden enseñar a los niños los beneficios del estudio, así como mantener un ambiente libre de peleas, enfocándose en el compañerismo y el desarrollo de la amistad.
Identifique si algún niño necesita atención especial y refiéralo a un profesional de la salud.
Para lograrlo, los padres deben:
Ser pacientes y comunicativos con su hijo.
Ayudarlo, no abandonarlo.
Enseñarle hábitos y métodos de estudios desde muy pequeños, para que cuando esté en años más elevados, no dependa de sus padres para estudiar y lo haga por sí solo.
Organizar un horario de clases que incluya comer, dormir, hacer las tareas y tiempo libre.
Dedicar el tiempo necesario a sus hijos.