
Hay circunstancias en las cuales la madre decide no amamantar o no puede hacerlo. En esos casos se pueden utilizar fórmulas lácteas.
La leche humana (materna) es la fuente preferida de nutrición para lactantes y numerosos expertos recomiendan que los lactantes sean alimentados con leche materna exclusivamente durante los primeros seis meses de vida.
Existen muy pocas contraindicaciones para la lactancia materna, entre las que dependen de la madre se enumera si está infectada con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH); si ella amerita tratamiento con agentes quimioterápicos o antimetabolitos; si consume heroína, cocaína, anfetamina y marihuana; si está infectada con tuberculosis activa sin tratamiento o con el virus linfotrópico humano tipo I o II de linfocitos T (HTLV).
Por parte del bebé, se puede mencionar: si es portador de galactosemia; si tiene deficiencia primaria congénita de lactasa o leucemia/linfoma de células T del adulto.
El tipo de fórmula a ser utilizada debe ser indicada por el pediatra. No todas son iguales ni todas son apropiadas para todos los niños, pues cada pequeño tiene características particulares y el pediatra es el especialista de la salud más preparado para orientar a los padres e indicar el alimento más recomendable para sus hijos, no se deje llevar por lo que le dicen.
Al emplear una fórmula no adecuada, se puede presentar:
Alergia o intolerancia a esa fórmula.
Se manifiesta con cólicos, diarrea, constipación, aumento de los episodios de reflujo, intranquilidad, dificultad para dormir, etc.
Por edad
Los diversas clases de leche de fórmula se fundamentan en diversos factores. Uno de ellos es la edad del bebé. De 0 a 6 meses, de 6 a 12 meses y de 1 a 3 años de edad.
Intolerancia
Cuando presentan intolerancia a la lactosa, se puede utilizar fórmula a base de soya o libre de lactosa.
Y si tiene episodios frecuentes y/o intensos de regurgitación, se emplea una fórmula diseñada especialmente con un agente “espesante”.
Ante las alergias
Se puede usar fórmula extensamente hidrolizada, las hipo-antigénicas o las de soya.