Quiere volver a su tierra

Ella lleva aproximadamente año y medio en el lugar y cada día agrega a la venta un producto nuevo, ya que son los clientes los que le dan la idea de las cosas que puede vender en su local.

Con un préstamo montó su negocio y poco a poco fue comprando los equipos (batidoras, cucharas, jarras), por lo que le da gracias a Dios de lo que tiene hoy día.

Todos los días llega a su puesto de trabajo a las 6:00 a.m. y regresa a su hogar a las 6:00 p.m. Esta rutina la realiza de lunes a viernes, porque lo más importante para esta comerciante informal es trabajar a la vez que se distrae, porque ya sus hijos están grande.

Aparte de batidos de frutas, también vende remedios medicinales como la miel con cebolla morada, aceite de tortuga y coco para el resfriado. También vende sábila, para la inflamación, entre otros remedios naturales.

Esta microempresaria es oriunda de la provincia de Chiriquí y aunque tiene 16 años que no va a su tierra, sueña con regresar, es por eso que de cada día de trabajo ahorra un poquito para poder algún día volver al terruño que la vio nacer.

A su edad es una mujer que se considera joven, ya que hace mucho ejercicio, porque todos los días sube los cinco pisos de la Plaza Edison porque lleva ensaladas de frutas a las oficinas.

Lo que más le agrada es el compañerismo que hay en el Mercadito de Calidonia, donde compra las frutas que vende en su local, pues los vendedores se apoyan entre sí, para así tener mejores ventas.