Colonense trabajador

La vida no fácil, pero se lucha. Desde que son las seis de la mañana, Fabricio Góndola se levanta a trabajar como cualquier otra persona, con la diferencia de que no tiene horario y depende de su carretilla y unos cuantos tanques en los que recoge agua para llevar a diversas casas de Palmira, en Colón.

En esta comunidad, la falta de agua potable es un problema de años, y como muchos no tienen la facilidad de ir al río y cargarla para su casa, él lo hace y cobra algo de dinero por su labor, así sobrevive este humilde señor.

La carretilla no es grande, pero él sabe cómo acomodar los tanques para que quepan unos siete y llevarlos a las casas; cada tanque tiene un precio de $7.00, por lo que al día puede ganar hasta $50.00, lo que resulta un buen sueldo.

Gracias este trabajo ha logrado sacar a su hija adelante, además de su esposa, a ninguna no le ha faltado nada, pues su don de gente le hace tener muchos clientes a diario.

Gente honesta

El señor Góndola sabe que toda buena acción da frutos y es eso lo que ha cosechado, ya que en ocasiones hay personas que no tienen el dinero para pagarle, pero él les dice que se lo den después y gracias a eso, a veces recibe hasta pago extra.

Mujeres, personas enfermas son las que piden sus servicios de cargar agua, pero si un hombre no lo quiere hacer por pereza, igual él le hace el trabajo, pues para este señor, ganar dinero es lo principal.