En el paso elevado de la Caja del Seguro Social hay muchos vendedores. (Foto: Archivo y Adriano Duff / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Es muy común ver como los pasos elevados han sido convertidos por los buhoneros en pequeños mercados.
Allí hay desde libros hasta aretes. El espacio que ocupa la mercancía y los propios puestos causa malestar entre las personas que usan estos puentes. Por lo menos, los de la Universidad de Panamá, la Caja de Seguro Social y San Miguelito son el refugio de muchos mercaderes que se ganan la vida vendiendo uno que otro checherito.
Pese a que la Alcaldía capitalina tiene una campaña permanente para recuperar los espacios públicos, los comerciantes informales permanecen en sus puestos.
Eliécer Barsallo, coordinador de corregidores de la comuna capitalina, advirtió que si hay un lugar en la ciudad donde se estén dando estas prácticas, lo van a corregir.
A las personas que sean sorprendidas en esta práctica se le impondrá una sanción y de resistirse se le decomisará la mercancía, adicional a la multa.
Mientras se discute si es o no legal, Javier Contreras, un humilde panameño, se gana la vida en el puente elevado de la Universidad de Panamá.
"Yo no le hago daño a nadie; con lo poco que me gano pago los gastos de mi casa, siempre trato de mantener limpia mi área", dijo a DIAaDIA.
Permitido o no, muchos panameños ven en estos lugares sus puestos de trabajo.
ILEGALES
La mayoría de los buhoneros que utilizan los pasos elevados no tienen los permisos para ejercer la buhonería.