El sol empezaba a calentar antes de las 10:00 a.m. Esta carrera fue de Los Pueblos a Plaza Tocumen, y el taxista no demoró en compartir sus experiencias.
Próximo a un área de "casas de ocasión", el conductor se echó a reír y miraba por el espejo a los pasajeros, como se aseguró de que no iban niños, soltó su lengua y narró lo que pasaba por su mente sin tapujos.
-La gente en Panamá son una cosa increíble. Yo no sé si es que hay mujeres sinvergüenzas o es que no la conocen. Ahora en la mañana, llevé a una pareja a ese sitio y era una señora con un pela'o. Yo los llevé, ese no es mi problema. Después que me paguen to' 'ta bien.
Cuando yo veo esas cosas, de una vez tu mente dice ese "man" 'ta exprimiendo a esa doñita o es una canita al aire. Yo no sé.
Mira, uno sale de la casa a buscar el real y ve todas esas cosas.
Siempre escucho en la radio los programas preguntando tonterías de que quién quema más, que si el hombre o la mujer. Esas son cosas naturales, lo dice la ley de la vida.
Cada quien es responsable de sus actos. Eso sí, da miedo como anda el sida en la calle, pero la tentación es grande mi hermano.
Vienen los Carnavales y 'ta la pega esa del tema de Samy y Sandra con los gais... ¡Qué lío! Pa' eso días es cuando se contagian más la gente con todas esas poncheras que hacen. Es el tiempo cuando salen los embarazos por montones, pero todo es mi Panamá: Panamá. Por eso yo...