Un mono le llamó la atención y, al visitarlo, se le frustró el paseo.
El pequeño Irving Salcedo Padilla, de 7 años, fue mordido en su mano izquierda por uno de los monos que se encuentra enjaulado en el centro recreativo La Pagoda, en El Espino de La Chorrera, el pasado 22 de febrero, mientras curioseaba por el amplio local junto a otros niños.
Sus familiares indicaron que el paramédico de la Cruz Roja, Alberto Allen, le brindó los primeros auxilios y logró detener la hemorragia hasta que lo trasladaron al hospital Nicolás A. Solano, donde pasó ocho días interno sin que los galenos lo pudieran intervenir por la ausencia de un anestesiólogo.
Señalaron que durante esa semana el personal médico sólo le limpiaba la herida con una gaza y yodo; ahora Irving presenta una infección y no mueve dos de sus deditos.
Ayer lo trasladaron al Hospital del Niño. No obstante, intentaron hospitalizar al pequeño en una clínica privada, por sugerencia del propietario y administrador de La Pagoda. Pero debido a que la hospitalización y la operación salían por más de cinco mil dólares, fue internado en el Hospital del Niño.
¿Y LA SEGURIDAD?
Los afectados indicaron que el día del incidente en el centro recreativo no había letreros de advertencia o mallas de seguridad que advirtieran del peligro. Sin embargo, después del incidente los administradores procedieron a señalizar el área donde están los micos. Alegaron que tienen imágenes fotográficas que corroboran la negligencia de los administradores.
ESPECIALISTA
Un cirujano ortopeda indicó que el animal mordió el tendón de la mano del niño y había que revisarlo para restaurar los tendones. A la fecha se han tomado cuatro placas costosas a la mano de Irving. La madre del menor indicó que el propietario del local apareció con un abogado y se comprometió a pagar los gastos de hospitalización y operación de Irving en el Hospital del Niño.
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