Mariluz Caballero y Rafael Samaniego, dos humildes personas de Llano Piedras de Macaracas, son el vivo reflejo de la necesidad existente en Panamá.
Estas personas llegaron con su hija Jorlenys Samaniego, con parálisis cerebral, a la ciudad de Las Tablas, en busca de ayuda por parte de la primera dama de la República, Vivian de Torrijos, quien se encontraba en una actividad organizada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
Ellos no estaban incluidos dentro de las 77 personas a las que se le daría un subsidio, pero la esperanza de ser escuchados era lo único que pasaba por su mente.
Su papá no tiene trabajo, apenas consigue manejar un taxi en Llano Piedras, pero no es del todo rentable.
A pesar de su esfuerzo, la familia Samaniego sólo fue incluida en una lista para ser llamada en un futuro.
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