La preocupación de que su casa se está cayendo no la deja tranquila. (Foto: Alejandro Méndez / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Teme que cuando caiga un fuerte aguacero su pequeña casa se le venga encima. Cocinando en los desgastados quemadores de su pequeña estufa estaba la señora Bertilda Rodríguez, quien a sus 67 años ve cómo al transcurrir los días su situación se hace más difícil.
Ella vive en una casa construida con deterioradas hojas de zinc y madera invadida de polillas. El piso de tierra da paso a la humedad cuando llueve y las gotas se introducen por el techo.
Contó que sus problemas empeoraron desde que falleció su esposo hace tres años, pues se las tiene que ingeniar para sobrevivir. Y es que aparte de todo, en su comunidad, el sector 10 de Gonzalillo, los servicios básicos como agua y luz no son buenos.
Ella vive junto a su nieto Eduardo, de 17 años, quien hace algunos "camarones" para llevar la comida al hogar. Él sólo llegó hasta sexto grado y hace años se cortó la mano derecha, lo que le dificulta más el trabajo, pues casi no puede mover los dedos.
Bertilda afirma que en varias ocasiones ha solicitado apoyo a las autoridades del Ministerio de Vivienda (MIVI), pero ha sido en vano. Sin embargo, no desfallece en el intento y nuevamente irá para ver cómo la apoyan, porque sabe que apenas caigan las lluvias la vivienda puede colapsar.
"Sé que con la ayuda de Dios, que toque el corazón de las personas podré arreglar mi casita", afirmó.