Hoy es el tercer día de clases, ya las caras de sueño y los pies "arrastrando" de muchos estudiantes es la tónica del día, y es que, se fueron los días de felicidad, en los que solo importaba ver televisión, pasear y sí, acostarse y levantarse tarde.
Desde la noche del domingo, las mamás están: "Fulanito, ya vete a dormir que mañana hay escuela", jo!, y a Fulanito nada que le llega el sueño, es cuando más quiere ver tele, chatear y quedarse hasta tarde conversando con los vecinos de la barriada.
Esto me recordó mis tiempos de escuela, la primera semana todo era felicidad, solo se hablaba de los lugares a donde se había ido en vacaciones y sí, se "pifiaba" desde los zapatos hasta la mochila y los cuadernos.
A la segunda semana... ¡uff!, tareas, ejercicios, investigaciones, trabajos en grupo y las charlas... sin comentarios...
Jóvenes, esta semana empezó la escuela, sí, admito que estudiar no es nuestra actividad preferida, pero más que pensar en lo tedioso que puede ser, piensen en que esta es la única manera que tenemos para superarnos (a menos que nuestros padres sean multimillonarios, pero estamos conscientes que no es real), pero aún así, es necesario prepararse, como dice la trillada frase "para ser todo un profesional".
