Más sabrosas

Gallina de patio da buen caldo. Así coinciden algunas personas, generalmente oriundos del interior del país quienes frecuentan el local de la señora Luzmila Ramos, ubicado en El Barrio Chino, quien desde hace 25 años tiene un negocio de ventas de gallinas vivas.

Ella asegura que son cientos de clientes quienes buscan algo diferente y no un pollo con tantos químicos como lo acostumbra el panameño, es por eso que van allá en busca de una gallina de patio.

Ramos considera que el gobierno a ellos no lo toma en cuenta, pues hasta el sol de hoy no han ubicado a ella y otros vendedores en un establecimiento fijo, donde puedan tener también un peladero de pollo para facilitarse un poco el trabajo cuando el público compra la gallina, ya que solo las venden vivas. “Somos gente del interior honrada que merecemos al igual que a otros comerciantes que los tomen en cuenta”, aseguró.

Cada ocho días llegan las “chivas gallineras” provenientes del interior con un centenar de gallinas, para que la señora Luzmila y otros vendedores coloquen en las diferentes aulas que tiene en el lugar, pues hay una cantidad impresionante de gallinas, patos, palomas, entre otras aves.

Marcelo González visita el local dos veces a la semana para comprar pollos vivos, ya que el mismo prefiere hacer la limpieza y ejecutarle el cuello sin pena alguna.

“La gallina de patio es más sabrosa, es la tradición de la gente”, dijo Clementina Chanis, quien buscaba entre decenas de gallinas cual se llevaría. Ella es proveniente de Darién y cada vez que tiene la oportunidad de estar en la ciudad compra de dos a tres pollos.