No maltrate sus pies. La mayoría de las personas se quejan de que al terminar el día sus pies sufren y los hacen sufrir. Para que esto no le pase, preste atención a estas recomendaciones.

Al comprar unos zapatos debemos probarlos de pie para verificar su resistencia.

Al no ajustarse el zapato a los dedos y talones, éstos producen ampollas.

Entre la punta del dedo más largo y la punta del zapato debe quedar un espacio de media pulgada.

Si uno de los zapatos le queda más grande, coloque una plantilla en el que le quede más ancho para igualarlos.

Recuerde que los callos sólo se pueden evitar tratando sus pies con cariño.