En menos de dos semanas iniciarán las clases y de inmediato empieza el dolor de cabeza de las madres. No, no hablamos de las malas notas, hablamos de los piojos, parásito que se encuentra en las cabezas de nuestros niños, la casa perfecta para procrearse. Si éste es su problema y no sabe qué hacer, preste atención a estos consejos que hemos preparado para usted.
CONOZCA AL ENEMIGO:
El piojo adulto es de color blanquecino, que cambia de color a rojizo, luego de succionar la sangre. No mide más de 3 a 4 milímetros y tiene 3 pares de patas con ganchos que le permiten prenderse fuertemente a la piel.
La mordida no produce dolor, ni lastima, pero para poder extraer la sangre el piojo elimina con la saliva una sustancia anticoagulante que es muy irritante, de ahí el origen de la picazón y reacciones alérgicas.
La hembra vive de 35 a 40 días y pone entre cinco y ocho huevos diarios, llegan a colocar cerca de 200 huevos en todo su ciclo vital.
El huevo llamado liendre se adhiere al pelo por medio de una sustancia cementante, hasta que después de ocho días hace eclosión para dejar salir al parásito, que necesita otros ocho días para llegar al estado adulto.
SEñAL DE ALERTA:
El cabello reseco y con pérdida de brillo debe alertar a los padres de la posibilidad de que el niño tenga piojos. También la anemia es frecuente en niños parasitados crónicamente.
PARA PREVENIRLOS:
No utilizar peines, cepillos y sombreros de personas infectadas.
No ponerse en contacto (cabeza a cabeza) con niños con piojos. Recordar que el parásito no vuela (no tienen alas) ni salta y por estos motivos es que el contagio se produce por contacto directo.
Los utensilios que utiliza la persona infectada (peines, cepillos, entre otros) cuarenta y ocho horas antes debe colocarse sustancias insecticidas por 15 a 20 minutos o inmersos en agua caliente durante diez minutos.
La ropa personal y de cama debe ser lavada con agua caliente o dejada en una bolsa cerrada herméticamente durante dos días.
El tratamiento debe extenderse a todos los convivientes y contactos, sean o no familiares.
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