No hay dicho más popular que ese que reza que en el amor no existe la edad pero, ¿cuán cierto es esto? Para el amor no hay edad, aseguran algunos. Pero en algunos casos las marcadas diferencias no dejan de despertar curiosidad y murmullos.
Los problemas pueden surgir no en la familia, sino en lo que primero atrajo a la pareja. Un hombre dice que quiere a una mujer porque es joven y fresca, pero después puede quejarse de que es infantil e inmadura. La mujer que busca un hombre fuerte que la proteja, después se queja de que es controlador y asfixiante.
Se espera que en una relación amorosa el hombre sea mayor en edad que la mujer, pero, como en todo, siempre hay excepciones. Todos los tiempos han existido parejas donde la mujer es mayor que el hombre, pero actualmente parece ser que este hecho se da con mayor frecuencia.
La superación de la mujer y la integración en el ámbito profesional y productivo han permitido, aunque no del todo, la igualdad entre el hombre y la mujer. El compartir los estudios, el trabajo, los deportes, ha influido para cambiar el pensamiento del hombre, ahora la idea se centra en encontrar una pareja más igual, que lo entienda y lo apoye, que demuestre cierta madurez, y esto muchas veces se encuentra más fácilmente en una mujer mayor.
Cuando el hombre acepta y busca como pareja a una mujer mayor demuestra inconscientemente la necesidad de protección materna, y cuando la mujer permite una relación con un hombre m e n o r posiblemente refleja cierta inseguridad, temor de permanecer soltera y tendencia al dominio.
Cada vez hay más ejemplos de que el amor realmente no tiene edad, aunque sería estúpido creer que todas las jovencitas que están con hombres mayores lo hacen por puro amor. O que los chicos de 20 años enamoran a las sesentonas porque adoran su forma de ser.
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