El deseo de ver su cometa volar en lo más alto del cielo le costó la vida.
Todo se inició cuando tres niños citadinos, de 8, 12 y 16 años, aprovechaban la fuerte brisa veraniega y el sol radiante de la tarde del pasado lunes para ondear su pandero.
Al ver que los monumentales edificios se los impedía, inventaron subir hasta la azotea del inmueble color crema, de unos 5 pisos, en la Cuchilla de Calidonia, puesto que no existen escaleras como acceso.
Un paso en falso del menor de 8 años en una hoja de zinc plástica provocó la caída boca abajo directo al vacío.
Era la una de la tarde cuando un vecino lo encontró tirado en el piso dentro del edificio y pidió ayuda. "Fue un niño fuerte", contaron algunos, puesto que luchó por su vida, pero desafortunadamente murió en el intento. Los últimos segundos los pasó en el Hospital del Niño.
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