Sigilosos, como gato de casa, entraron y le robaron su dinero.
Lo que menos pensaba Sandra Lozada era que alguien descubriría y saquearía su huaca casera, de unos 40 mil dólares.
Era una mañana como cualquier otra, hasta que tres sujetos vestidos con overol azul y casco blanco, similares a los que utilizan los inspectores de una empresa eléctrica, interrumpieron su paz.
Al verlos, a las 9:30 de la mañana, la sorpresa fue tanta que no tuvo tiempo ni de reaccionar.
Sólo sabe que entraron, preguntaron "dónde está el dinero", intentaron abusar de ella y amordazaron a sus dos hijas, una de 9 y otra de 14 años, mientras que la más pequeña gritaba. Sandra, quien vive en el apartamento 4 del edificio Atlas de la avenida 3 de Noviembre, es una colombiana, y recientemente había recibido una herencia familiar, por lo que tenía en sus manos una fuerte suma de dinero.
De acuerdo con su relato, el efectivo sería utilizado para comprar la hipoteca de un apartamento.
Aunque los sujetos alcanzaron a llevarse el dinero, al parecer la alerta de los vecinos a las autoridades impidió que el trauma fuese mayor.
No se explica quién sabía que guardaba el dinero en su morada.
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