Unos 23 jóvenes, en su mayoría mujeres que viajaban a bordo de un autobús, procedente de Palmas Bellas con destino a la ciudad de Colón, fueron trasladados de urgencia por ambulancias y vehículos de rescate, al presentar síntomas de intoxicación, luego de inhalar monóxido de carbono.
Los muchachos se habían retirado de la ciudad de Colón, algunos con sus familiares, para participar en el retiro espiritual de una iglesia evangélica; pero de regreso se vieron en la necesidad de cerrar las ventanas del autobús porque estaba lloviendo, y el gas emanado por el transporte les hizo daño.
Los padres de familia que llegaron al cuarto de urgencias del Hospital Manuel Amador Guerrero, al principio desconocían qué había afectado a sus hijos; pero, según los galenos, se trataba de una intoxicación con gas de monóxido de carbono.
La situación se agravó, porque hubo que esperar el paso de algunos barcos en Gatún.
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