Lo sentenciaron
A la familia le preocupa que Ramiro regrese para hacerle daño a los hijos de Isabel.

Denise Lara | DIAaDIA

Golpes que nunca sanan. Aunque el machetazo que recibió dejará señales visibles en su cuerpo, la determinación y la alegría aún prevalecen en Isabel Pino, quien lucía muy fuerte y optimista la tarde de ayer, mientras se encontraba reunida con su familia en el Hospital Santo Tomás.

COMO PASó

Después de la tormenta, viene la calma. Hoy, muy serena, Isabel contó que justo cuando iba a empezar a bañarse, escuchó ruidos afuera. Al mirar por una rendija vio a Ramiro Escobar Morales, su ex compañero, con un filoso machete; rápidamente, se volvió a vestir y salió con la toalla encima. Intentó correr, y a gritos le pidió a una de sus hijas que le pasara un machete para defenderse, pero Ramiro no lo dudó y la atacó, cortándole de un tajo la larga y frondosa melena, a la vez que la hería profundamente en la nuca.

DEJO HUELLAS

Como único y mudo testigo, quedó el sombrero pinta`o del machetero en la escena del crimen. Ramiro, quien huyó entre el monte, fue visto horas más tarde cerca de Paso Blanco.

Con la camisa ensangrentada y aún enfilando su machete, pasó por donde un conocido para pedirle ropa prestada y un sombrero; éste, sin conocer lo que había pasado, le prestó un suéter blanco. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de él.

La familia espera que las autoridades encuentren a Ramiro cuanto antes y que se le haga pagar por lo que hizo. "Es mejor que lo encuentren ellos a que lo encontremos nosotros primero", dijeron.

A LA ESPERA

Isabel aún se encuentra en etapa de evaluación médica, por lo que no ha sido intervenida quirúrgicamente.

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