Son las 5: 30 de la mañana de un lunes, las troneras de los "diablos rojos" y los pregones de los pavos evidencian el movimiento en La Gran Estación de San Miguelito.
La parada está repleta de personas en espera de un bus que los transporte hacia el lado Este del país o hacia los lados de Colón.
Pero para algunos, esto es una gran hazaña.
Muchos de los panameños que madrugan para tomar un transporte que los lleve a sus trabajos están expuestos a los malhechores.
"Tomar el bus a esta hora no es fácil", comenta el señor Miguel. Para él lo más traumatizante es la falta de seguridad que hay en el lugar, y no es tanto el arribar el bus, porque la "empujadera" se ha convertido en el pan de cada día de estos panameños.
El señor Miguel fue víctima de un asalto hace unos meses en esta parada, pero él tiene que trabajar y "ni modo", seguir exponiendo su vida en la parada de La Gran Estación.
"LO VIVIMOS"
DIAaDIA estuvo desde muy temprano en el área, para ver la gran cantidad de personas que esperan un transporte, cuando aún no ha amanecido y sin la presencia de un agente policial, es preocupante.
Lo que llama la atención es que ahí hay una garita de la Policía Nacional, pero no hay unidades que den seguridad.
Con la misma suerte corren las personas que esperan el bus en Las Colinas de San Miguelito, la presencia policial es nula, pero las personas no pueden esperanzarse a que ésta aparezca para hacer sus labores diarias.
Según el director de la Policía Nacional, Rolando Mirones, las rondas policiales se dan con frecuencia en estas paradas, pero no están fijos en el lugar. "Pero la presencia está ahí", enfatizó.
Sin embargo, Mirones aceptó que hay que aumentar el personal para brindar mayor seguridad al ciudadano.
CONSEJO
Para que un país viva en democracia es importante la seguridad que brinden las autoridades a la población.
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