Es un pequeño reservado, pero con buen fútbol. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Yessika Valdés
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Tiene futuro. Poco a poco, el balompié se convierte en el deporte que apasiona, que rompe fronteras y lleva a los más pequeños a soñar con un futuro prometedor.
Y es que con el pasar de los años las canchas son pisadas por miles de chicos con la esperanza de mostrar sus habilidades y destrezas.
Luis Alberto Ramírez es un chico que a sus ocho años ha pasado por muchas dificultades, pero su amor y gratitud por la vida lo llevó a practicar una disciplina en la que expresa sus sentimientos al máximo.
Desde muy pequeño, sus amiguitos del barrio lo llaman "El hijo del cuadro", ya que se la pasaba en la cancha.
TRAYECTORIA
Desde hace un año, Luis integra el equipo Deportivo San Isidro, con el que ha tenido la oportunidad de jugar por segunda temporada consecutiva en la Liga Infantil Futsal. Allí ha podido demostrar la clase de jugador que es.
Él, junto a sus compañeros y bajo las órdenes de su entrenador Ricardo Ríos, entrena tres veces a la semana en la canchita de la fantasía en San Isidro, en busca de una buena preparación para sus próximos encuentros.
"Una de las anécdotas que recuerdo de Luis es cuando tenía cinco años y entró a jugar a un equipo con niños de doce años y anotó un gol importante. Desde allí me di cuenta que tenía buen fútbol", expresó Ricardo.
SU VIDA
A pesar de no contar con la presencia de su madre en estos momentos por razones ajenas a él, la crianza y dedicación de su tía Guillermina de Fuentes ha hecho que Luis Alberto valore y tenga aspiraciones profesionales, como ser un abogado. Este año cursará el tercer grado de la Escuela Juan Amado II de San Miguelito.
"Él siempre va a tener mi apoyo total y el de mi familia para salir adelante y, sobre todo, cumplir sus metas", manifestó Guillermina.
DATO
Además de seguir jugando el fútbol, desea estudiar Derecho para ayudar a su familia.