Todas las televisoras del mundo tienen un 'As', que en el mundo de la televisión se llaman 'Proyectos Ratings', que no son más que esos espacios que le garantizan una audiencia fija, inamovible, que es leal y que los sigue en cada una de sus temporadas.
En México, por ejemplo, para TV Azteca es 'La Academia', reality show musical tipo Vive La Música, solo que allá sí hay jurados que saben de música y de industria, y sus críticas son estrictamente profesionales, con fondo y algo de show televisivo. En Televisa fue Cantando y Bailando por un sueño. En España, 'Operación triunfo', y ¡Mira quién baila! en la televisión estatal, cosa que aquí es impensable que veamos algo similar, al menos que los ministros o políticos aliados al Gobierno hagan un reality de relaciones públicas, pues es a lo que esa pantalla se ha dedicado.
En estos países, sus proyectos estrella han perdido su audiencia original porque las pantallas no le han dado un aire de respiro. Como les resultó una vez, dos veces, no dejaron de presentarlo y lo que hicieron fue 'quemarlos' y matarlos de a poquito. Ahora han tenido que refrescar y reformar los formatos o simplemente sacarlos del aire y enterrarlos en el baúl de los proyectos Q.E.P.D.
Panamá no escapa de esta situación. Tanto TVN como Telemetro tuvieron su momento de gloria con las primeras temporadas de Canta Conmigo, Vive la Música, Bailando por un Sueño, Semilla de Cantores o Cuna de Acordeones. ¿Eran buenos proyectos? Eso depende de qué ojos lo miren. Lo cierto es que estas pantallas han hecho todo el esfuerzo posible para enterrarlos, porque no solo no les han dado el aire necesario, sino que sus producciones se han convertido en pan de lo mismo.
Yo me resistía a escribir sobre Canta Conmigo y Semilla de Cantores porque considero que son buenos proyectos, pero este año es muy mala su estrategia. Ambos shows son lo mismo de lo mismo. No ha cambiado nada y eso hace que la emoción en la audiencia desaparezca. En Canta Conmigo, por ejemplo, sus supuestos "errores" -que yo creo es una estrategia para generar polémica y por ende mayor audiencia- están dañando un show que debería ser tierno y en el que los niños demostraran con su voz y talento que en este país no todo es malo. En Semilla de Cantores -para mí una joya televisiva por rescatar e inculcar desde los niños nuestro folclore- su mecánica está monótona y sus jurados peor. Si usted deja de verlo un lunes, cuando lo sintoniza el siguiente no se ha perdido nada. En estas temporadas, ningún show ha encontrado ese clic que invite a no despegarse de la pantalla.
Vive La Música es un muerto en vida. Es como un 'zombie' que anda por los pasillos de TVN penando. Los números no engañan. Si no consiguen otra 'Brenda Lao', eso seguirá en picada sin derecho a paracaídas. Cuna de Acordeones debe seguir como está, solo que en su nueva temporada "tienen" obligatoriamente que conseguirse un Edison Moreno que levante a la gente de sus asientos o ¡alguien que toque el acordeón con el ombligo! Con Canta Conmigo y Semilla de Cantores siento que están matando a sus gallinitas de los huevos de oro. Ambos proyectos necesitan vacaciones o un 'refresh' en sus nuevas temporadas que haga que la audiencia sienta que "algo nuevo" trae. ¡Ojo!, eso "nuevo" no es inventarse porquerías o "estrategias levanta ratings" porque casi siempre, en ambas pantallas, sus remedios quedan siendo peor que la enfermedad. De seguir como van, pronto tendré que escribir de ellos: Q.E.P.D.
