Ayer se cerró el último capítulo de las hazañas y aventuras del "azote de La Alameda".

Residentes del sector de Curunducito denunciaron la presencia de un sujeto que estaba robando por toda la barriada, pero se escabullía misteriosamente. Sin embargo, volvió a aparecer en otros sectores con las mismas intenciones.

Agentes de la sub estación de Policía de Betania montaron una persecución a este sujeto que mantuvo consternado a los residentes de La Alameda por varios días.

Miguel Ángel Mendieta, de 44 años, resultó ser el responsable. Capturarlo fue toda una aventura, pues se sabía todos los rincones de La Alameda, donde acostumbraba cometer sus fechorías.

Los oficiales tuvieron que saltar cercas, cruzar quebradas, pero finalmente fue acorralado en una residencia que estaba en construcción y que se presume utilizaba como guarida. Al momento de su detención, Miguel Ángel Mendieta tenía en su poder tanques de pintura y otros enseres que hurtó.

Mendieta reveló que todos los objetos que robaba los vendía en los predios del Mercado Público de San Felipe y en San Joaquín. El sindicado tenía casos pendientes con la justicia, ahora le tocará pagar por sus actos.