Alcibiades Coronado, de 42 años, tiene alrededor de 17 de caminar hacia Atalaya, motivado por diferentes problemas de salud que está padeciendo su familia. El es uno de esos tantos peregrinos que pagan mandas al Cristo, caminando hasta dicho poblado veragüense.
Manifestó que ha hecho esto todo ese tiempo, porque el Nazareno, por medio de milagros, lo ha ayudado. Alegó que procede de Las Uvas de San Carlos, y desde allí camina "con una mochila, colchoneta y la fe al hombro", rumbo hacia Atalaya todos los años.
"Al principio me tomaba cinco días caminando, pero ahora ya me toma siete, ya que desde Divisa a Atalaya camino descalzo y esto significa dos días más", explicó.
Coronado señaló que su padre sufre de enfisema pulmonar. Su esposa, cuando dio a luz a sus hijos, tuvo problemas en el parto y por su salud ha ofrecido las mandas, pues hasta la fecha, el Nazareno es el que le ha resuelto sus problemas.
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