Aquí quedó el cuerpo sin vida de Laureano. (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Carolina Sánchez P.
| DIAaDIA
Esperan que el crimen no quede impune. La familia Peñalba disfrutaba de una "comilona" por el sacrificio de un cerdo, pero jamás imaginaron que luego de un día de tranquilidad la tragedia llegaría al área del Astillero, en Juan Díaz.
Era la tarde del martes cuando Laureano Peñalba, de 49 años, junto a su hijo del mismo nombre, de 25 años, salieron a dejar a unos familiares a sus casas, sin saber que muy de cerca, dos maleantes chequeaban al resto de la familia que quedaba sola.
Eran cerca de las 5:00 p.m., cuando los delincuentes llegaron a la vivienda y amenazaron a la esposa del señor y a los cuatro niños. Les preguntaban ¿dónde estaba la droga? Tal fue el abuso de los malhechores que mientras esperaban que Laureano regresara, obligaron a la señora de la casa a que les preparara comida.
Ya era cerca de las 7:00 p.m cuando Laureano y su hijo regresaron, ellos iban a bordo de un vehículo Kía Picanto color gris, pero fueron sorprendidos por los sujetos que estaban escondidos en el patio de la casa, detrás de un camión. Ambos fueron encañonados, mientras insistían preguntando dónde estaba la droga. A lo que respondían desconocer de qué les estaban hablando. En el afán por defenderse, Laureano se avalanzó contra uno de los antisociales y éste le propinó tres tiros, provocándole la muerte.
Los asesinos tomaron el auto de la familia y se dieron a la fuga. Aunque Laureano hijo, salió hasta el poblado más cercano para pedir ayuda, fue en vano, pues su padre murió en el patio de la casa.