El olor a carne en palitos se mezclaba con el popular reggaetón.

Inmediatamente, en la misma puerta principal del estadio, dos bellas damas con una bella sonrisa nos daban la bienvenida. Estos dos ángeles, como caí­dos del cielo, eran las encargadas de colocarle el cintillo al gran número de fanáticos que se preparaban para ser testigos de un partido con sabor a Grandes Ligas.

Quizás, muchos piensan en estos momentos que estamos hablando del Yankee Stadium, pero no se equivoquen. Quisieran los jugadores de los Yanquis de Nueva York vivir el ambiente de carnaval que se disfrutó ayer en el estadio Horacio "Nachito" Mena, ubicado en Chame.

Dos pasos dentro del coliseo y el olor a sancocho le habrí­an el apetito a cualquiera, a un precio módico de B/. 1.00.

Los "saus", raspa'os y bolsitas de millos era el otro menú que brindaban los pequeños comerciantes de Chame.

¡PLAY BALL!

El reloj marcó las 2: 05 p.m. e inmediatamente se escuchó el grito de play ball.

Habí­a público por todos lados y no era para menos. En el terreno de juego se iban a fajar Bocas del Toro y Panamá Oeste, con la presencia de tres ex grandes ligas. Hablamos de Sherman Obando y Orlando Miller, por Bocas, y Rubén Rivera, por el Oeste.

Fue un partido no apto para cardí­aco, con grandes atrapadas y buen pitcheo. Al final, el partido se decidió en la parte alta de la novena entrada, cuando los bocatoreños anotaron tres carreras para voltear el marcador, y así­ apuntarse una victoria por tablero de 5-4, en la continuación del LXIV Torneo Nacional de Béisbol Mayor.

El lanzador ganador fue Benjamí­n Grenald, con juego salvado para Miguel Gómez. La derrota cayó en los hombros de Gabriel Rí­os.

Tanto Bocas como Oeste terminaron con 11 imparables.

RECORDS

Con este triunfo, Bocas del Toro se consolida en la cima de la Liga Central con marca de 6-2, mientras que Oeste marcha penúltimo en la Liga Nacional, con récord de 2-6.