Toda una vida. Desde 1972, Cecilio Bermúdez, se dedica a la venta de los famosos raspaos, que a muchos les encanta. Con una agradable sonrisa, encontramos al señor Cecilio, con su carretilla, en calle 8ª, San Felipe.
"Lo que hago me gusta y me siento bien", dijo don Cecilio, satisfacción que crece cuando las personas se acercan para comprarle un refresco.
En su carro lleva una variedad de sabores, los siropes son de limón, fresa y mora, entre otros. Sus compradores tienen la facilidad de escoger si quieren con leche condensada o con mil, igual cuestan 25 centésimos.
Tener que viajar todos los días desde Las Mañanitas, donde residencia, hasta el punto de venta que eligió ese día para vender es lo más pesado de su jornada. Cuando no está allí lo pueden encontrar en La Peatonal, Calidonia y La Central.
Este humilde trabajador es padre de cuatros hijos, ya tres de ellos casados, solamente vive con su esposa y su hija menor de 17 años. "Todo lo hago para sacar a mi familia adelante".
Cecilio siente satisfacción cada vez que ve a sus clientes degustar de sus refrescantes raspaos.
Este es un digno ejemplo que seguir, para las personas que quieren seguir adelante, sin importar la edad.
Nunca es tarde para cumplir lo que deseas, sin importar los golpes que da la vida.
PRECIOS..
Puedes encontrarlos de 25 y 50 centavos. Los favoritos son los que tienen mermelada.
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