Justo Fernández es un señor que a pesar de haber pasado muchas dificultades de niño y joven, logró salir del país con una beca.
Hoy es un profesional, pero lo que más llena de orgullo a su familia es que a pesar de todo no olvida sus raíces y escribió un libro con las crónicas de su pueblito, al que recuerda siempre.
El señor Fernández no reside en Panamá, vive en Suecia, Estocolmo, pero cada cierto tiempo viaja a visitar a su madre.
Él vivía en El Picacho de Aguadulce, un pequeño pueblo en donde hace unos 50 años no había agua potable ni luz eléctrica, sin embargo allí con su familia, recuerda los mejores años de su vida a pesar de la pobreza extrema que vivieron.
Su libro ya fue publicado en el extranjero y ha sido muy aceptado porque narra la historia de su pueblito en Aguadulce, del que hoy casi no queda nada ni el nombre.
"Hay que contar estas historia, soy profesor de idiomas y decidí escribir "Crónicas del Picacho" porque mucha gente debe conocer cómo era antes nuestro Panamá, cómo es ahora y las dificultades que pasa mucha gente", comentó.
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