Esperaron por más de dos años por una solución y lo que les entregaron no fue de su total agrado. Ese es el vía crucis que atraviesan las 36 familias, a las que hace dos meses el Ministerio de Vivienda (MIVI) les entregó sus nuevas moradas en el sitio donde se quemaron las barracas El Triángulo, en Curundú, el 21 de mayo de 2007. No obstante, allí las quejas llueven como si se tratara de goteras en una barraca de vieja data.

Elodia de Ballestero, una de las residentes, explicó que las habitaciones las dieron con luz, pero a los dos días se fue el suministro de energía eléctrica y nadie ha dado la cara para reparar el daño. DIAaDIA hizo un recorrido por este inmueble y conoció que en los baños hay "trabajos a medias", en los lavamanos, sanitarios y regaderas, entre otros.

Voceros del MIVI explicaron que como se trata de un proyecto en fases, aún no han concluido las mejoras, pero estiman que en mayo se termine la segunda fase. Por la falta de luz se explicó que alguien intentó instalar una "telaraña", lo que ocasionó un cortocircuito y se quemó el cable que los suplía de energía.