
Julio Rosales quiere ser un profesional.
Foto: Levi Cruz
Julio Rosales quiere ser un profesional.
Foto: Levi Cruz
A sus 28 años de edad, Julio Rosales volvió a respirar el aire puro de la libertad, y desde que salió de la cárcel, el fútbol volvió a ser ese combustible que hace palpitar su corazón.
“Hubo una etapa difícil en mi vida en donde estuve cinco años detenido por un caso de robo y violación. El pasado 1 de diciembre salí de prisión e inmediatamente pensé en practicar fútbol; aquí en Chepo me dieron la oportunidad de hacer un cambio en mi vida”, relató este hábil volante, que gracias a su talento encontró cabida en el club “naranja” que participa en el Torneo Clausura 2012 de la Liga Panameña de Fútbol (LPF).
A pesar de haber cometido errores en una vida pasada, Rosales asegura que el fútbol es el medio que lo ayudó a darse cuenta de las equivocaciones que lo hicieron perder gran parte de su vida en una desolada celda.
“Estoy seguro que el fútbol puede hacer muchas cosas grandes en una persona, incluso regenerar, como fue en mi caso”, aseveró Julio con la esperanza de un mejor porvenir reflejada en sus ojos.
“Viví un mundo muy difícil allá adentro. Ahora pienso en llevar una mejor vida, enmendar errores que cometí. Quiero ingresar a la Universidad, terminar mis estudios y salir adelante; espero fiel en Dios cumplir estas y otras metas”, agregó el futbolista.
Por último, Rosales quiso enviar un mensaje a los jóvenes y exhortarlos a que se alejen de la delincuencia y las malas compañías.
“Les digo a todos los jóvenes que están en las calles y que caminan en malos pasos: la delincuencia no lleva a nada bueno. Antes yo era un pela’o y ahora que he madurado, me he dado cuenta de que la vida uno no la puede llevar a su manera; hay que dejar que Dios tome el control de las cosas”, puntualizó el jugador.