Por más limpio que esté el rostro, en ciertas partes de él se agrupan los conocidos puntos negros, haciendo que la piel no se vea impecable. Generalmente, es más común que se alojen en la nariz y cerca de los labios. Para acabar con este problema, siga este consejito. Vapor: una vez que el agua esté hirviendo, retírela del fuego y siéntese junto a una mesa. Use la toalla sobre la cabeza para evitar que el vapor se escape. Acérquese al agua, dejando una distancia en la cual se sienta cómoda con la temperatura y reciba el vapor por aproximadamente 10 minutos, o hasta que el agua se enfríe. Ahora que los poros están abiertos, es momento de extraer puntos negros y blancos. Examine su rostro, si nota puntos negros o blancos, presione el área con la punta de los dedos. Si nota que la piel se está poniendo rojiza, deténgase.
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