La parroquia del turístico Valle de Antón se ha convertido en un sitio de paz y de amor, pero que también guarda una historia y sobre todo un ambiente natural que llama la atención de turistas y lugareños que no dejan de sentirse maravillados por este sitio sagrado, que es adornado con una gran cantidad de plantas.
La parroquia San José, de El Valle de Antón, hace más de 50 años era sólo una pequeña capilla, en donde los más pobres y también los necesitados de Dios acudían a diario. Su originalidad se convirtió en algo celestial y especial, que gracias a donaciones fue ampliándose para dar más espacio a los visitantes.
Sin embargo, hoy día se ha convertido en un sitio especial para descansar, y para meditar, tanto dentro de ella como fuera, por su especial estética que se combina con la belleza natural de un jardín.
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