No es relajo. Así se sintió Amaia, integrante del grupo La Oreja de Van Gogh, cuando llegó anoche a Panamá, ya que todos los que estaban en el Aeropuerto de Tocumen se le abalanzaron. Tenían que verle el rostro a la chica, puso una cara de desesperación. Pero a la bajada, todo terminó bien.
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