Aprovechan y les hablan de Dios. (Foto: Adriano Duff / EPASA)
Didier Hernán Gil
| DIAaDIA
Tienen una hermosa labor, pero se sienten atados de manos y pies para desarrollarla. Eso es lo que pasa en el comedor Nueva Misión Comunitaria, ubicado en el Valle de San Francisco, Ancón, el cual beneficia a más de 150 niños que reciben alimentos cuatro veces a la semana. No obstante, desde el año 2000 han visitado instituciones gubernamentales para legalizar el terreno que ocupan y no lo han logrado.
De acuerdo con el pastor Herminio Aguilar, quien preside esta comunidad evangélica, este estancamiento le ha ocasionado que muchas empresas interesadas en construir el comedor, el cual todavía es de madera, posterguen la ayuda solidaria.
Precisó que recientemente visitó el Ministerio de Vivienda (MIVI), pero la respuesta que le ofrecieron fue "que estaba en estudio todavía". Pese a esos obstáculos, estos cristianos pretenden construir un albergue para niños y ancianos en el mismo terreno del comedor.