Caminar por la calle es una peripecia. (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Temen una infección. Moradores de la manzana C, en Felipillo, piden a gritos que les terminen de reparar la vía, porque están cansados de estar cambiándoles la chapita a los zapatos tras caminar por la calle de piedra y tierra. Además de la construcción de la carretera, necesitan cunetas para que el agua no se desborde hacia las casas.
Doris Pérez, una de las residentes, dijo que como vive en una pendiente, cada vez que llueve se ve afectada, porque toda el agua sucia de la calle y de las zanjas va a parar a su casa. "Cuando llueve fuerte tengo que estar lavando el piso. Hace meses fui operada de uno de mis senos y hacer esfuerzo me hace daño", resaltó.