Cuando una persona tiene una pasión innata, por más que intente hacer o dedicarse a otras cosas, siempre su verdadera inclinación sale a relucir. Ese es el caso de Mario Ortega, quien después de 18 años, se ha convertido en un reconocido pintor.

LA SEñAL

No todas las personas tienen la oportunidad de tener una señal que les indique qué camino seguir, pero Mario puede ostentar haber tenido una.

Todo empezó, gracias a su afición a los autos Mercedes Benz; por esa razón este pintor compraba revistas especializadas en este automóvil. Un día de aquellos, decidió enviar un dibujo de un modelo Mercedes Benz y... ¡bingo!... la empresa decidió publicarlo e, incluso, le pagaron por su obra.

EL ENCUENTRO

A pesar del orgullo y la emoción del momento, todo eso no trascendió, pues Mario dejó a un lado los pinceles. Dejó de ser un niño y se convirtió en un hombre con responsabilidad y también encontró otra profesión: el estilismo.

Desde hace 19 años, Mario se convirtió en un experto en cuanto al cabello. Un día de esos, se topó en su mesa de trabajo con Olga Sinclair, a quien le comentó sobre su pasión y qué mejor consejo le podía dar esta hija de un maestro de la pintura; bueno, que comenzara a pintar otra vez con su última técnica y así lo hizo.

HASTA EL SOL DE HOY

Desde entonces, Mario no se ha detenido y se entremezcla entre la pintura, la fotografía y el estilismo. Entre óleos y acrílicos, se bandean el surrealismo y lo abstracto que nacen de la mano de Mario Ortega.

Este panameño tiene muchos proyectos a futuro, como es la exposición de sus cuadros en Miami.

Como ya quedó al descubierto que la verdadera pasión en la vida de Mario es la pintura, es bueno saber que él estaría dispuesto a abandonar todo, hasta su actual empleo, con tal de que sus obras recorran el mundo entero.