Ahora se arrepiente. Rubiela González, a sus 26 años y con dos hijos a cuestas, se lamenta de no haber aprovechado los estudios, ya que sólo pudo llegó a tercer año de secundaria.

"Yo me vine de Chiriquí a estudiar a la capital y estando acá conocí un muchacho que me llenó la cabeza de cucarachas, y hasta allí llegaron mis estudios", confesó esta mujer.

Ella fue una de las beneficiadas de los 400 bonos por un valor de B/.100.00 que entregó la Alcaldía de Panamá, a mujeres humildes de la capital.

Ella cuenta que el padre de sus hijos tristemente la ayuda con B/.30.00 semanales. Enfatizó que eso no le alcanza para nada.

Sólo le pide a sus hijos que estudien, para que no pasen las penurias que ahora ella tiene que afrontar por no haberlo hecho.