Se lo debe a Dios. Fueron 12 años de sufrimientos y angustias que tuvo que vivir la señora Berta Martínez, después de que el doctor le recetera pastillas psiquiátricas para manejar la muerte de su esposo.

Ella dijo que el fallecimiento de su amado y quedar sola con tres niñas pequeñas la hundió en frustración, a tal punto que no podía dormir, lloraba todas las noches y no atendía a sus niñas, cayendo en adicción a los medicamentos.

Decidió asistir a los retiros que realiza la iglesia de la Divina Misericorida y pedirle al Santísimo que la curara, lo que la sanó.

Esto es parte de las decenas de testimonios que se presentan cada año en los retiros organizados por esta Iglesia en tiempo de Carnaval. Se busca fomentar en las personas la vida religiosa en estos tiempos. El lema de este año fue "Pan y vino".