
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
El impacto fue con un arma nueve milímetros.
Sus primos dicen que es un niño bien portado.
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
El impacto fue con un arma nueve milímetros.
Sus primos dicen que es un niño bien portado.
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
El impacto fue con un arma nueve milímetros.
Sus primos dicen que es un niño bien portado.
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
El impacto fue con un arma nueve milímetros.
Sus primos dicen que es un niño bien portado.
A pesar del tiro en la pierna, Daniel tiene ganas de jugar.Foto: EVERGTON LEMON
El impacto fue con un arma nueve milímetros.
Sus primos dicen que es un niño bien portado.
Su madre, Anika Moreno, expresó que no le desea a nadie lo que ella vivió ese día cuando vio a su hijo herido.
Esa tarde, Moreno se dirigía hacia Calle 13 Santa Ana y esperaba un taxi, cuando se registró la balacera entre menores de edad. “Jalé a mi hijo para protegerlo, vi que sangraba, pero creí que era una raspada del jalón”, dijo Moreno. Pero la sangre salía cada vez más y fue cuando la asustada madre le subió el pantalón a su hijo y vio la herida de bala.
La situación la puso aún más nerviosa y pidió a gritos ayuda, hasta que por fin un carro la llevó al Hospital del Niño (HDN), donde fue atendido y dado de alta.
Moreno sabe que Dios siempre estuvo con su único hijo, pues es un milagro que ese disparo no pegara en otra parte delicada de su cuerpo.