Una genial jugada de Ronaldinho, a once minutos de la conclusión, fue el puente que condujo al Barcelona hasta los cuartos de final de la Liga de Campeones. El brasileño fue lo mejor de un partido táctico en el que el Barcelona consumó su venganza ante el Chelsea (1-1), el mismo rival que les eliminó de Europa la temporada pasada y que marcó su gol en el tiempo añadido.
Los azulgranas jugaron el partido que más les convenía y se sobrepusieron a la lesión de Leo Messi, en el minuto 23. Tuvieron controlada la situación en todo momento, dieron una demostración de colocación defensiva y acabaron con el Chelsea.
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