La pérdida de una pierna o un brazo no es el final de la vida.

La piscina del Centro Recreativo FUCER, en la 24 de Diciembre, se ha convertido en la base de un grupo de personas discapacitadas que desean aprender a nadar y hacer deportes.

Desiree Aguilar, presidente de la Asociación Panameña Deportiva de Atletismo y Natación, aseguró que esto se lleva a cabo con el propósito de integrar a las personas con discapacidad a la sociedad, y una de las formas más factibles y recreativas es a través del deporte.

Este proyecto pretende extenderse, ya que existen muchos atletas que han sufrido un mala pasada del destino, pero desean seguir adelante y hacer deporte.

Las clases iniciaron el pasado 24 de febrero de 2007 y terminarán el 24 de marzo de 2007.

Aguilar aseguró que a la primera clase sólo fueron cuatro personas, pero estas personas corrieron la voz y ya cuentan con 11 personas deseosas de dar lo mejor de sí y convertirse en todo un tritón o una sirena.

El curso está siendo supervisado por el experimentado entrenador de natación Jorge Jiménez.

CLASES

Las clases son completamente gratis y se invitan a todas las personas con discapacidad que deseen aprender a nadar.