Y es que son numerosos los casos de empresarios que inscriben sus negocios como restaurantes y terminan siendo cantinas. Esto ocurre con mayor frecuencia en los corregimientos de Río Abajo, Pacora y Parque Lefevre.
Según la viceministra del MICI Yasmina Pimentel, se han realizado 800 inspecciones en todo el país, de las cuales solo 120 tienen su aviso de operación en orden.
La institución va a iniciar conversaciones con el Ministerio Público, para que las empresas que realizan declaraciones juradas fraudulentas sean procesadas debido a que se busca evitar la proliferación de bares y cantinas cerca de las escuelas e iglesias de la comunidad panameña.