
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
La cacica en compañía de su familia.
Silvia acompañada de sus dos hijos.
Ejecutando bailes tradiciones.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
La cacica en compañía de su familia.
Silvia acompañada de sus dos hijos.
Ejecutando bailes tradiciones.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
La cacica en compañía de su familia.
Silvia acompañada de sus dos hijos.
Ejecutando bailes tradiciones.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
La cacica en compañía de su familia.
Silvia acompañada de sus dos hijos.
Ejecutando bailes tradiciones.
Desde muy joven Silvia Carrera Concepción se unió al movimiento indígena.
La cacica en compañía de su familia.
Silvia acompañada de sus dos hijos.
Ejecutando bailes tradiciones.
Silvia Carrera Concepción, una mujer que lucha por la igualdad y los derechos de los indígenas desde muy joven ha venido dejando huellas, ejerciendo liderazgo y construyendo una historia diferente en nuestro país.
Carrera es madre de dos hijos, quienes la acompañan para todos lados. Ella es la primera mujer cacica general donde las costumbres y tradiciones en la comarca Ngöbe-Buglé decían que no se podía debido a la marcada tendencia machista, por lo que se ha ganado la admiración y respeto de miles de personas.
Es oriunda de Alto Laguna, corregimiento de Cerro Pelado, distrito de Ñurum, región Kadririn y defiende con firmeza sus principios.
Inicia su lucha
Carrera ha sido activista en pro de la autonomía indígena, desde sus 13 años cuando se unió al movimiento que lideraba en aquel entonces Camilo Ortega por el reconocimiento de la Comarca, donde se une años después al Movimiento Campesino e Indígena 10 de abril (M10) donde inició su lucha por el proyecto en el río Tabasará.
Pensamiento
En cuanto a su manera de pensar, Sivia dijo: “Nosotras, como mujeres políticas, debemos ser muy honestas, muy responsables cuando asumimos un cargo, porque a veces queremos estar afuera, en la ciudad y nos olvidamos de la gente de la comarca. No quieren hablar con la gente, les pido a las mujeres que debemos ser serias, responsables y honestas.
Su rol de madre
“A mis hijos los eduqué sola. Di el todo por el todo, así como muchas mujeres en la comarca nos convertimos en madre y padre”, expresó Carrera.
La líder indígena dejó claro que su hijos los crió con mucho esfuerzo, tras su separación con tan solo 19 años, con el cultivo de los rubros propiamente sembrados en su tierra, como la yuca, ñame, otoe, arroz, frijoles, maíz, tierra que hoy defiende hasta con las uñas.
Logros
Además, de convertirse en la primer mujer cacique, en el año 2001 decidió conformar el grupo Organización de mujeres donde cada una de ellas se dedicaba a crear sus artesanías -collares y pulseras con chaquiras, naguas o sombreros, donde una vez las tenían lista, organizaban una feria para vender los productos. De cada producto vendido, la creadora podía quedarse con la tercera parte de la ganancia y el resto debía ir al fondo común que sirve de caja menuda, así cuando alguna de las integrantes tiene un hijo enfermo o necesita comprarle algo para la escuela, podía solicitar un préstamo.
Alguien que no le pierde el paso a Silvia Carrera, es su hijo mayor Bernardo, quien comparte con ella la pasión por la defensa de su comarca y quien no teme mostrar que su madre es su inspiración.
Entre su gente él comenta que su mamá capitaliza cierta parte del apoyo masculino, pero que “hay ciertos sectores machistas que consideran que la mujer no puede aportar y ser útil a la comarca”. “Ya se ha demostrado que la mujer es mejor administradora para invertir y economizar”, confesó Bernardo Jiménez, hijo mayor de Silvia.