Su creatividad le ha dado buenos frutos. Lo que en un inicio fue una práctica entre las vecinas y familiares, lo llevó a la esfera comercial: el intercambio de libros usados.
Pero le incluyó un ingrediente, ahora sería compra y venta para que las personas se ahorraran unos realitos y él pudiese ganar otros más.
Hablamos de Bernardino Saldaña, un pequeño comerciante que desde hace doce años, junto a su familia, vende libros usados y en buen estado, y le sacó provecho a esto.
Su puesto es fácil de ubicar, se mantiene en la esquina de Salsipuedes, entrando por la Avenida Central.
Su hijo Bernardino, desde hace dos años administra el puesto junto a su padre, máxime en este tiempo que las personas están en busca de una buena oferta.
"VENDEMOS TEXTOS ESCOLARES, NOVELAS Y LIBROS UNIVERSITARIOS, EN FIN, DE TODO".
Los estudiantes de escuelas particulares y públicas, y los universitarios, tradicionalmente son sus clientes, quienes semanas antes de que empiece el año lectivo empiezan a comprar; sin embargo, algunas veces, semanas después de iniciadas las clases, la demanda aumenta, tomada de la mano con las ventas.
Contó que el negocio empezó cuando un sobrino de su padre le llevó los libros de su casa para que otras personas pudieran aprovecharlos a precios módicos. Como vieron que estaba vendiendo, comenzaron a comprar libros y allí iniciaron la compra y venta.
Todo el año ofrecen los textos, la gente trae los suyos, nosotros se los compramos y luego ellos compran potros que necesitan.
El negocio es próspero, porque la situación económica impide que los padres gasten más de lo que tienen en libros, ahorrándose algo con ellos.
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